
Aunque corre agua, corre gente, corren lágrimas, y no corre aire, aún así...
"Aquí podríamos vivir, puesto aquí vivimos" F. Nietzsche
Los pingüinos salen del hielo. Se activan y de pronto convergen. No es que estemos en la antártica. El ambiente se vuelve tumulto de gente que no supera los 20 años; entonces, el cuerpo a cuerpo hace que las calles se transformen en zonas calientes.
Me interesa observar lo que veo por la ventana, desde los aspectos menos visibles; más allá del conflicto coyuntural, que todos conocemos,... los escolares con sus peticiones: por el pase escolar, una mejor educación, la gratuidad del acceso a rendir la PSU (algo obvio, que debiera ser financiado por el Consejo de Universidades, tanto privadas como estatales), etc.
¿Pero finalmente, qué es lo visible?
...Que los escolares no son una masa azul blanco, estructurada, ni homogénea.
Por la ventana de mi pantalla, reconozco una suma de diferentes grupos neo tribales, cada uno con identidad propia, proyecto y líder. Con una orgánica y causa común, se mimetizan por un rato, distintos colegios, diferentes pobrezas y razones, desiguales condiciones y peticiones, etc. Entonces, no es posible aplicar modelos demográficos, sino más bien darle un vistazo transversal. Interesante...
En Tribus Urbanas, investigación editada por tres académicos de la UAB (http://www.paidos.com/lib.asp?cod=45047), la “tribalización” juvenil se observa como un fenómeno mundial; donde hay una presencia cuantitativa de las bases de nuestra pirámide social. Uno de los rasgos más común de los grupos juveniles, es que "tienden a conferir a su propia existencia mayor tensión que la habitual en su sociedad y un grado mayor de pasión".
Pero, ojo, que también se detecta en este trabajo de campo, la ambigüedad con que la sociedad adulta trata a los jóvenes. Desde un aspecto, son valorados y percibidos como atractivos, tanto para el mundo político, como los medios de comunicación, las empresas y la publicidad; para éstos son objeto de deseo, puesto son apetecidos consumidores y futuros electores. Incluso más, se presentan como: “ Promesa de futuro, los que han de mantener la continuidad de una civilización. Pero, de otro, son vistos como amenaza en la medida en que pueden traicionar los valores de sus padres ( También para el estado, las instituciones). De aquí que los movimientos juveniles se tiendan a satanizar.”
Hemos visto como el gobierno no está preparado para desenmascarar las múltiples cabezas de un liderazgo polifacético y negociar con el mundo juvenil. Tengo la sensación de que hace falta entender además, que pertenecen a una generación de la segunda modernidad, que no reconoce prórrogas, que quiere todo de inmediato. Que como dice la Klein, rechaza la cultura del "confía en nosotros", independientemente de la autoridad o experto de turno.
Concuerdo con ellos, a lo mejor porque como chilena estoy cansada de esperar un país mejor, a pesar de la brecha, tampoco conservo la mentalidad de nuestros antepasados, dispuestos a sacrificar su propia vida, por una vida mejor para las próximas generaciones. Ahora que lo pienso, hasta estaría dispuesta a redimirme por una causa, siempre que alguien me asegure buenos resultados,... pero desconfío, al igual que los escolares: ¡LOS CAMBIOS AHORA!.
Esta necesidad inmediata, Maffesoli, la describe en su libro “El instante eterno”, como el sentido del hado subyacente del lazo social contemporáneo, que “traduce bien una manera de vivir, un ars vivendi que concuerda con el mundo tal cual es, ya que es el único que tenemos, el único que podemos vivir. Arte de vivir que se funda ya no en la búsqueda de la libertad absoluta, sino en las pequeñas libertades relativas, empíricas, y vividas en el día a día”.
Si quisiéramos ver más allá de esto que ocurre ahora mismo, tampoco nos sirve mirar hacia atrás; sin duda no son los mismos jóvenes de los 60 y menos los de los 80. Claramente son otro tipo de personas. No hace falta recordar la pasividad de nosotros con uniforme escolar ( Dejo fuera a los que se la jugaron por sublevarse con barricadas durante el régimen de Pinochet). De todos modos aunque alguien se sienta fuera, era otro modo de actuar.
Hoy, la autora de No Logo, y Vallas y Ventanas, Naomi Klein, con experiencia en activismo global, asegura que estamos ante a una nueva manera de rebelión: “Los activistas desmontan las primeras vallas; en las calles y en sus mentes”. Y es cierto, su modo desestructurado de organizarse se asemeja más a la misma web que los conecta, la misma que ahora nos comunica a través de este blog. Primero linkean o postean, y en poco tiempo, como un tsunami de océano poco pacífico, los pingüinos se lanzan generando un movimiento, que une miles de células de “Yo en convegencia con otros yo”, que unidas pueden terminar arrasando con un Ministerio.
Pero para mí, nada de lo anterior tendría sentido, si la causa de este activismo no fuera la educación. Siento que ahí se genera un motivo matriz, porque la educación es el cuerpo del alma social, sin ella no podemos crecer y nos volvemos insustanciales.
Creo que las nuevas generaciones lo saben, sobre todo si sus actuales condiciones son desiguales, y garantizan pobreza segura. Dante Contreras, director del Departamento de Economía de la U. de Chile, asesor en materias de medición del Ministerio de Educación (Fuente, Revista Capital número 140: Diferencias y oportunidades: La gran vergüenza de Chile), asegura que: “La única esperanza como sociedad para hacer un quiebre fuerte está en la igualdad de oportunidades y la movilidad social.”
Estamos ante un activismo new age. No es casualidad que seamos los primeros habitantes de un nuevo milenio, el sentirnos iniciando una época acarrea la idea de una ocasión de cambio. Sobre esto Michel Maffesoli, en el capítulo “Una vida sin objetivo”, asegura que los historiadores recalcan con frecuencia la reactivación de los miedos y esperanzas. “Los fenómenos de cambio de milenio acarrean con ellos ideas catastróficas, pero también la esperanza de una época nueva.” De pronto volvemos a laimagen de las calles y surge la imagen de nuestros escolares organizados, ellos podrían ser entonces, el chispazo de un motor hacia la renovación. ¡Ya basta de transición!
Como muchos, espero que la gente en el poder sepa que este es sobre todo un problema, perdón, una oportunidad para mejorar la calidad de nuestro capital humano. (http://mt.educarchile.cl/mt/jjbrunner/archives/2005/08/la_importancia.html).
Porque esta vez no se trata de 100 tipos encapuchados saliendo a la calle a correr. Salir hoy a la calle refleja fuerza de voluntad, creer en los sueños, decisión por activar los cambios; la convicción de que los sistemas actuales son inoperantes, porque finalmente los recursos de este modelo económico no se canalizan en la vida real, en la vida propia de todos los días.
Aunque tengamos la nube de smog a la altura de las narices, siento que hay aire fresco, y la intención de conseguir algo que corresponde.
A través de la pantalla, el resto de los chilenos, vemos niños, pero también reconocemos
a nuestros con-ciudadanos, movilizándose por reconocer en Chile uno de los valores más antiguos de la civilización: Toda riqueza debe tener una causa justa.*
* frase de un poema anglosajon, de siglos atrás, que me parece simple y subversiva.