Me salvo cuando estoy debajo de la mesa, tirando el mantel. me salvo cuando miro demasiado seguido lo mismo, y derrepente... dejo de creer. me salvo cuando lo paso bien el domingo. me salvo cuando ladeo la cabeza, pego la frente a la ventana y empaño el vidrio. ¡DIOS QUIERA QUE YO QUIERA!

domingo, mayo 07, 2006

Pato, amigo querido... dos años es mucho tiempo.
































Querido Pato: El olvido es un invento de la mente, el alma lo trasciende todo para siempre, y es desde ahí, desde donde recuerdo tu manera de vivir que nos dejó queriéndote...
He pensado cómo dedicarte mis mejores palabras este día. Y no las encuentro. Entonces pienso que a lo mejor sólo debo dejar este espacio en blanco, traslúcido como tú ahora, y dar paso al silencio, porque ya te siento aquí.

















1 comentario:

Anónimo dijo...

Es cierto, Pato nos dejó queriéndolo… que sentimiento más maravilloso e indefinido. Somos afortunados por eso. Lo quisimos cuando físicamente estaba con nosotros y ese amor HOY trasciende el espacio en blanco. Su recuerdo nutre ese amor del cuál tú hablas. Ese recuerdo que puede ser su alma, no sé, o una “presencia diferente” en nuestro mundo. Ese recuerdo que nos hace sentirlo, ese recuerdo que nutre a quienes lo queremos y lo echamos demenos día a día.

Denise

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